Se rompió el vestuario, el duro reclamo de los futbolistas de Racing

Salvando las aspiraciones que tiene el hincha, Racing Club viene encadenando buenas temporadas hace rato. La Academia ha sido protagonista en varios de los torneos de los últimos años, habiendo conseguido para las vitrinas cuatro títulos desde 2019 y alcanzando los cuartos de final de la Copa Libertadores en dos ocasiones (2020 y 2023) siendo eliminado por Boca Juniors en ambas oportunidades.

Con la llegada de Fernando Gago en 2021, en Avellaneda comenzó a seguirse una determinada línea a la hora de trabajar con la cual los futbolistas que ya estaban en el plantel y aquellos que llegaron en esa época tuvieron que adaptarse. Muchos lo hicieron, la comprendieron y apoyaron, convirtiéndose en referentes dentro del equipo. Pero hubo otros casos en los que ciertos futbolistas llegaron producto de un gran esfuerzo económico, con consecuentes “permisos” o diferente vara para medir sus acciones (como, por ejemplo, excesos de peso, salidas nocturnas, malos tratos con sus compañeros o declaraciones fuera de lugar).

El caso más resonante en este sentido, aunque quieran negarlo, fue el de Emilano Vecchio, que desató cierto revuelo dentro del plantel con sus supuestas peleas con varios referentes del plantel como Leonardo Sigali o Gabriel Arias. Ahora, la salida de Gabriel Hauche volvió a destapar la olla, siguiendo las declaraciones de su representante, que apuntó directo contra los dirigentes: "Es una realidad que a los que vienen de afuera le pagan más que a los de adentro. Cada uno sabrá lo que hace y cómo se valora".

El reclamo de cierto sector del plantel de Racing

En Racing, todo apuntaría a la división del plantel en dos grandes grupos, según pudo averiguar Soy de Racing. Por un lado, quienes luchan por continuar por la senda que había instaurado Gago (la disciplina, el respeto a las normas, el cuidado físico, la unión del grupo), y, por el otro, los que tienen cualidades técnica superiores y una vasta trayectoria, pero no tienen la misma sintonía que el resto. Allí, los referentes reclaman un trato igualitario, y que se valore el esfuerzo invisible que realizan por mejorar el ambiente de trabajo.