Riquelme tenía razón, Almendra es un mal profesional y en Racing tomaron nota

Racing trajo a Agustín Almendra para que sea titular y que le de jerarquía en el medio campo. Un refuerzo de calidad que pudo llegar al club porque se quedó sin contrato en Boca, donde tuvo un conflicto con Juan Román Riquelme. Por no aceptar la renovación, lo marginaron. Lo sacaron del plantel profesional y lo hicieron entrenar solo. Ni siquiera lo dejaron jugar en Reserva hasta que venciera su vínculo con la institución Xeneize.

A pesar de que su progreso es gradual, se destaca por su aporte diferencial y su calidad cada vez que entra a jugar. No obstante, no logra consolidarse como titular, aunque en la cancha demuestra su nivel. Siempre fue suplente con Fernando Gago, el técnico que lo trajo especialmente. Y en los últimos encuentros merecía ser parte del once inicial.

Tras la partida de Gago, los nuevos entrenadores Sebastián Grazzini y Ezequiel Videla lo relegaron al banco de suplentes, a pesar de que el mediocampo es el sector más débil del equipo. Eso le molestó al jugador, que mostró su disgusto y fue apartado. Pero el tiempo le dio la razón. El equipo fue un fracaso con Platense y con Sarmiento fue titular desde el inicio. Jugó por la izquierda, una posición que no le favorece. Aun así, fue el más peligroso, llegando al área y disparando desde lejos.

Lo que sorprende y evidencia la situación de Almendra en Racing es la escasa cantidad de minutos que disputó en relación a los partidos en los que participó. Excepto el de Platense, al que no fue citado, estuvo presente en todos los demás encuentros. Los otros ocho de la Copa de la Liga, el de Copa Argentina frente a Huracán y los dos de cuartos de final de Copa Libertadores contra Boca.

Los pocos minutos que jugó Almendra

El volante participó en 11 partidos desde que llegó a la Academia. No obstante, sólo en tres de ellos fue de la partida. Dos en un equipo con mayoría de suplentes por la Copa de la Liga (Unión y Tigre), donde la prioridad era que los titulares se reservaran para la Copa Libertadores. En total, apenas disputó 384 minutos en todas las competencias. Esto equivale a poco más de cuatro partidos. Muy escaso para tomar ritmo y ponerse a punto.