Por Eduardo Ayala
El VAR siempre genera polémica en los partidos decisivos. Esos duelos en los que se juega más que solo tres puntos dejan controversias por todos lados. Y el partido entre Racing y Boca por la vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores no será la excepción. Como si le sobraran condimentos al clásico, el enfrentamiento del miércoles tendrá la presencia de Leodán González, árbitro que estará a cargo de la cabina y que tuvo algunos errores graves en el pasado.
El árbitro uruguayo integró el equipo arbitral que tuvo a su cargo la final más memorable de la historia del fútbol argentino. River y Boca debían definir al ganador de la Libertadores 2018 en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid y González fue el responsable del VAR. En el minuto 55 del primer tiempo, Lucas Pratto llegó antes que nadie a una pelota cerca del punto penal y chocó con el cuerpo del arquero Esteban Andrada cuando iba a rematar.
Todo el conjunto del Millonario pidió penal, pero Andrés Cunha, el juez principal, optó por cobrar falta ofensiva para el Xeneize. Desde la cabina, González confirmó una decisión errónea. Porque el Oso tocó primero el balón y fue el propio portero el que arriesgó su integridad física al disputar la pelota con una zona delicada del cuerpo en vez de ir con los pies. Podría haber sido o no penal, pero nunca infracción del atacante.
El próximo Racing-Boca tendrá como árbitro del VAR a un protagonista de una polémica en la Copa América de Brasil. En la semifinal entre la Albiceleste y el anfitrión, González omitió avisar a Roddy Zambrano para que revisara dos posibles penales a favor del conjunto de Lionel Scaloni, uno sobre Nicolás Otamendi y otro sobre Sergio Kun Agüero. Tras jugar ante Chile por el tercer puesto, el capitán Lionel Messi estalló de furia y acusó a la CONMEBOL: No tenemos que ser parte de esta corrupción. La Copa está armada para Brasil".
El uruguayo estuvo al frente del VAR en el encuentro de vuelta de la semifinales de la Libertadores 2018. El Millonario empataba 1-1 con el equipo gaúcho y necesitaba un gol más para clasificar a la final. A 5 minutos del final del partido en Porto Alegre, el uruguayo avisó a Andrés Cunha para que chequeara una mano de Matheus Bressan en el área que nadie había visto. El árbitro principal confirmó la falta en la pantalla y sancionó penal para los dirigidos por Marcelo Gallardo.
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